lunes, 26 de octubre de 2009

River - Boca y un empate para no verlo ni desde el aire ni desde el agua


Con una transmisión casi de sátira exagerada, el clásico se intentaba ver desde el Río de la Plata y desde un helicóptero, mostrando sólo el estadio desde lejos y el estado deplorable de la Costanera.
El empate tiene un gran lado positivo para los dos clubes. River cumple con la misión de no ser apaleado por Boca, quién perfilaba como favorito para ganar, gustar y golear. A Boca, en cambio, le sirve para no caer aún más en la marea de los tres partidos ganados y no tildar de un excelente equipo a uno que tiene varios problemas defensivos y algunos graves.

River, por segunda vez desde que se inició el campeonato, se fue al descanso aplaudido. Y no es para menos. Tuvo un excelente primer tiempo, con no sólo las llegadas más claras, sino también con una muy buena marca sobre Riquelme y Palermo y, por supuesto, con un gol arriba y una penal a favor. Con esto, River ya se daba por contento.

Boca en cambio, empezó a tratar distinto la pelota a partir del Segundo tiempo cuando Villagra fue expulsado. Riquelme se posicionó en la zona del defensor expulsado y empezó a crear juego desde ese lugar.
Si en el primer tiempo River no atacó con delanteros, en la segunda parte, menos aún. El ingreso de Coronel por Gallardo y el repliegue de Abelairas, hicieron, por lógica, un River expectante al juego de Boca.
El ingreso de Fabbiani no hizo más que poner en manifiesto la distancia entre los defensores y medio campistas con el único delantero en cancha.
Boca, por el contrario, cuenta siempre con un Palermo que hasta en sus partidos más pobres, logra un gol que significa empate ante un rival siempre complicado y Gaitán encontró al fin su lugar en la cancha. Fue el más punzante de Boca, con subidas verticales y disparos colocados.
Hoja aparte para el taco de Riquelme. Si bien el enganche de Boca apenas pudo hacer algo en el segundo tiempo, nunca hay que dejar de pensar que puede meter un pase gol que logre capitalizar algún delantero xeneize.

Por último, la transmisión de los partidos (relatos y comentarios) está en una decadencia que parece no tener fin.
No es posible que aún iniciado el segundo tiempo, se siguieran preguntando si Buonanotte tocó o no tocó la pelota con la mano en la jugada del penal. Tampoco es posible que los relatos sean cada vez más pobres e involutivos, contando historias por la mitad y haciendo referencia constante a personajes de la política de River con la intención de "operar" más que informar.

Nicolás Colucci

jueves, 15 de octubre de 2009

Argentina entra al Mundial y Maradona al rechazo popular


Argentina termina por fin su sufrimiento de Eliminatoria. Con 8 partidos ganados, 4 empatados y 6 perdidos, entró casi por la ventana al avión que viaja a Sudáfrica.
El partido contra Uruguay fue casi de ajedrez. Argentina, con una defensa sólida, obligó al disparo lejano de los hombres de celeste. En el medio, Verón fue el eje de la cuestión, transmitiendo constantemente tranquilidad en el equipo, haciendo pases precisos y seguros y arriesgando la pelota sólo cuando fue necesario.

De Messi, lamentablemente mucho no se puede decir, porque poco fue lo que hizo. Sigue sin acomodarse en el equipo, sigue sin explotar como jugador y esta vez, y por primera vez, Maradona decidió reemplazarlo.

Uruguay fue un conjunto de llegadas imprecisas y disparos lejanos que no lograron inquietar a un Romero muy seguro y sereno. Forlán parecía la carta principal de ataque y sólo pudo tirar al arco desde 20 metros.

El abrazo de Bilardo y Maradona fue el de dos personas que se salvaron el puesto. Dos personas que en este partido se jugaban la continuidad y lograron esquivar el escollo.
Después tuvimos que ver a un Maradona altanero, agresivo, brindando una conferencia de prensa poco feliz, atacando al periodismo y sacando lo más Maradona que tiene en su ser.

Ahora comienza una nueva etapa en la Selección, con un técnico que cree que ahora lo puede decir todo y hacer todo por el solo hecho de haber clasificado al Mundial.

Nicolás Colucci

domingo, 11 de octubre de 2009

Separemos la emoción de la razón


Más allá del Milagro ocurrido en el minuto final a cargo de ese generador de Milagros llamado Martín Palermo, Argentina, se sabe, jugó un partido penoso.
Frente a un equipo que perdió todos sus partidos de visitante y sumó 24 goles en contra y sólo 2 a favor, anoche sumó su tercer gol y justamente ese gol es el que casi nos deja sin chances de alcanzar el Mundial.
Díficil de entender es el cambio Demichelis por Higuaín. El delantero había convertido un gol gracias a la ayuda de Palermo, arrastrando marcas y dejándo huecos en la defensa que el "pipita" supo aprovechar y que podía seguir aprovechando. En cambio, el defensor entró luego de meses sin jugar y, por ende, una clara falta de fútbol.
La sociedad Aimar-Messi fue sólo un asunto de 15 o 20 minutos. Luego fue todo lo mismo de siempre. Un Messi que no sabía ni la letra del Himno Nacional, totalmente intrascendente en el juego. Pero esta vez Messi no hace otra cosa que reflejar la "idea" táctica de Maradona. La Selección juega así, improvisando, a lo que salga, a tocar la pelota hasta Romero para que pegue el pelotazo, a no patear nunca al arco, a hacer pases infinitos hasta querer llegar dentro del arco.

Esta Selección necesita claramente de un Palermo, un tipo que no tiene miedo de patear al arco, de hacer el ridículo con alguna gambeta fallida, de cabecear alto, de patear afuera. Porque eso es exactamente lo que lo motiva a seguir intentando. Recordemos el caso de los penales. ¿Por qué Palermo patea el segundo y el tercer penal? Por esa necesidad de intentarlo hasta el cansancio, hasta que salga. Eso es constancia, sacrificio y hambre de gloria. Cualquier otro jugador hubiese pedido el cambio, el pidió la pelota.

Pero tampoco podemos siempre depender del Milagro. Argentina, con los jugadores que tiene, no puede ni debe depender de esa pelota final que otorgue el triunfo agónico. Argentina debe tener primero un técnico. Un técnico que tenga ideas. Esas ideas que sean entendidas por el plantel y ese plantel que responda a la idea entendida.

Se viene Uruguay y Argentina juega cada vez peor. No quiero caer en la estadística, pero Maradona de visitante todavía no pudo rescatar ni un punto. Ojalá, y como venimos diciendo en todas las previas de los partidos de la Selección, el partido que viene sea el que cambie las cosas.

lunes, 5 de octubre de 2009

Mercedes Sosa (09/07/1935 - 4/10/2009)



Un pequeño homenaje de A un Toque.

sábado, 3 de octubre de 2009

Mundial y Juegos Olímpicos, mucho más cerca


Si de algo no nos podemos quejar los argentinos es que el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016 estarán muy cerca, como para quizás, pegarse una escapadita (si empezamos a ahorrar desde ahora).

Uno se preguntará por qué hacer esto es imposible en Argentina. Más bien, la pregunta sería si algún día Argentina podrá albergar un Mundial y los JJ.OO o aunque sea alguno de los dos.
Desde el vamos, económicamente es imposible. Brasil desembolsará unos 14.400 millones de dólares sólo para la puesta a punto de los Juegos. Según dicen diarios brasileros, un 72% de ese dinero será destinado a la mejora de las infraestructuras y, obviamente, la construcción de estadios y la villa olímpica.
Alguna vez se fantaseó con hacer un corredor olímpico ubicado a lo largo de la costa desde La Boca hasta Núñez.

Y por otra parte, socialmente, tambien es una utopía. Argentina primero tiene que satisfacer a sus habitantes antes que invertir semejante cantidad de dinero en los Juegos Olímpicos.
Según Francesco Ricci Bitti, miembro del COI, Argentina tiene grandes chances de ser sede de Juegos Olímpicos si mejora su economía.
Brasil es un claro ejemplo a seguir. Esperemos alguna vez, ponernos a la par.

De yapa, les dejo las imágenes de cómo será la villa olímpica de Rio y algunos estadios

Nicolás Colucci