
Casi en un intento por romper todas las reglas, los equipos que mejor juegan y los que (salvando excepciones) pelean el campeonato, no son justamente los "grandes" equipos del fútbol argentino, quienes justamente en ese mismo intento, son los que peor juegan.
Podemos empezar con el puntero Lanús y Zubeldía, apodado el "técnico del futuro". Despliega un fútbol aguerrido y con pocas fisuras. Diez victorias, un empate y cuatro caídas; son el saldo de una campaña muy regular que no sólo es de este campeonato, sino desde el Apertura al que no llegó a participar de un cuadrangular final por apenas dos puntos. Mantiene una base sólida y un técnico jóven y experimentado. Su fútbol es armónico y agresivo y tiene variantes para finalizar las jugadas, ya sea con Sand, Salvio, Lagos o Blanco
Vélez es el equipo que ganó cuando debía ganar. Le tocó uno de los fixtures más complicados, disputando los partidos de visitante más lejanos. Viajó dos veces a La Plata, fue a Tucumán, dos veces a la provincia de Santa Fé, ahora debe ir a Jujuy y asi y todo, está a un punto de la cima y si se hiciera una tabla contando sólamente los partidos de visitante, el puntero sería el equipo de Liniers con 15 unidades, seguido recién por Huracán con 11.
Gran plantel, delanteros concentrados y buen recambio. Por momentos, su juego no es tan vistoso, pero no menos efectivo.
Huracán viene en tercer lugar sólo por que así lo dice la tabla. "vengan a ver a Huracán, sin importar de que club sean" es una de las frases que más estoy escuchando desde que arrancó el campeonato. Asi, según mi viejo me contó, invitaban también en el '73 cuando salió campeón.
Hace de partidos chivos, un divertimento futbolístico. Maneja la pelota con toques seguros y precisos. Gran solidez defensiva con chicos que no superan los 20 años. Un arquero que brinda seguridad y un mediocampo florido con un Pastore que se lleva todos los laureles. La delantera no tiene nada que envidiarle al resto del equipo. Defederico hace todo sencillo y no se complica.
Huracán juega bien, mete el primer gol y empieza a jugar mucho mejor, al punto de que los rivales son espectadores de lujo del juego champagne que ofrece el conjunto de Parque Patricios.
El último de los equipos que mejor juegan (y la excepción para la lucha del campeonato) es Godoy Cruz. Propone un juego vistoso, floreado de las maravillas que pueda hacer Caruso en el área rival. El toque seguro es su arma predilecta. Formica en la defensa, Figueroa y Leiva en el medio y Caruso adelante, dan un equilibrio en todo el campo. El 'Tomba' es EL ejemplo de que jugando lindo se puede, no sólo entretener al público, sino también salvarse de la tabla temida y conseguir un, por ahora, noveno puesto bien merecido.
Boca. Carente de personalidad futbolística. Riquelme es el DNI Xeneize y cuando no está, Boca no sabe quién es y para que juega. Problemas internos en el plantel, llevados a una gravedad que ahora no se pueden ocultar en el campo como si pudieron hacerlo tantas otras veces. Un técnico que no es más técnico y un par de jugadores que tienen los días contados. Jugó uno de los peores torneos cortos y una de las peores Libertadores.
A Boca no le vendría nada mejor que el final del campeonato mañana mismo para barajar y dar de nuevo.
River, el último en nombrar, es un caso mucho más grave. Carente de referentes y liderazgos, busca los partidos a través del empuje, sin hacer demasiado incapié en las 'ideas' que es lo que más resultados les podría dar. Un técnico que no acierta ni en los cambios ni en los puestos de los jugadores y un problema dirigencial que merece miles de párrafos aparte.
Acá no basta con barajar y dar de nuevo. Acá habría que cambiar el mazo porque con esas cartas no se puede jugar más.
Nicolás Colucci